En el siempre
dinámico mundo de la energía, las decisiones que tomamos en relación con
nuestras facturas de gas pueden tener un impacto significativo en nuestras
finanzas y en el medio ambiente.
En este contexto,
la elección entre las tarifas libres de gas y la Tarifa de Último Recurso (TUR)
se ha convertido en un tema de creciente relevancia para los consumidores y las
empresas.
Las tarifas libres
de gas, también conocidas como tarifas de mercado, ofrecen una alternativa a la
TUR, que está regulada por el gobierno.
En este artículo,
exploraremos los beneficios de optar por tarifas libres de gas en lugar de la
TUR, y descubriremos por qué cada vez más personas están considerando esta
opción como una forma inteligente de gestionar su consumo de gas.
Qué es la Tarifa de Último Recurso de Gas
La tarifa TUR de
gas es la única tarifa regulada comercializada por las
Comercializadoras de Referencia. Solo la pueden contratas los suministros con
menos de 50.000 kWh/año y no se pueden aplicar descuentos y proporciones a sus
precios.
Esto se debe a que
el coste del gas se establece en el mercado mayorista, en función de la oferta
y la demanda existente, y es supervisado por el Gobierno cada 3 meses.
Por tanto, ante su naturaleza cambiante, los consumidores
deben de hacer un seguimiento en la evolución de su precio, porque se pueden
notar subidas en la factura en los meses de enero, abril, julio y octubre, sin
previo aviso.
En este contexto,
cabe destacar que en enero de 2024, se prevé que el coste de la tarifa
regulada de gas, va a sufrir un gran incremento, por este motivo,
son muchos los usuarios que tratan de buscar alternativas y soluciones más
económicas.
Qué son las tarifas libres de gas
Aquí es donde
entran las tarifas libres de gas. Son más de 250 las comercializadoras que
conviven en este mercado y destacan por establecer sus condiciones y precios
libremente, permitiendo aplicar descuentos y ofertas más estables.
La estabilidad económica es el factor
determinante de esta contratación, además, las pueden contratar todos los
suministros, sin un máximo de consumo al año, y se pueden incluir servicios de
mantenimiento para cubrir los costes de las revisiones de la caldera y sus
reparaciones.
También se puede
combinar el suministro de luz y gas, una opción perfecta para los clientes que
buscan la sencillez en la gestión de sus contratos de suministro, a la vez que
ahorrar en sus facturas.
¿Cómo elegir la tarifa libre más adecuada?
Ahorrar en la
factura de gas, pasa en gran medida por el conocimiento del equipamiento de la
vivienda y de los hábitos de consumo de sus habitantes, así como, si el
suministro se va a destinar exclusivamente al agua caliente, a la calefacción
y/o a la cocina.
Bajando al barro,
se deben de tener en cuenta estos cuatro factores fundamentales:
– El precio del consumo de gas natural (€/kWh) debe de ser lo más
económico posible, en la actualidad, podemos encontrar ofertas desde 0,06 €/kWh
– La exclusividad de cada hogar, no todas las tarifas tendrán el mismo
resultado en todos los suministros, de ahí la importancia de tener en cuenta
los consumos de cada una
– El tipo de tarifa:
●
Las tarifas por consumo, te
permitirán pagar el gasto en cada periodo de facturación, ideal para los
inmuebles con un consumo regular durante todo el año y para las segundas
residencias
●
Las tarifas planas, por el
contrario, son ideales para los suministros con un gran consumo en los meses de
invierno, porque te permiten repartir el gasto a lo largo del año, pagando un
importe fijo todos los meses.
– Las características específicas de la contratación: que no tenga
permanencia, la presencia y duración de los descuentos, que no sea una
promoción temporal dónde el precio se dispare al finalizar, y los servicios de
mantenimiento innecesarios.